AQ

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La letra es el arma de quien escribe

9.07.2010

Mitos y Vanidades I

Dicen que todas las noches se aparecía. Entonces decidió esperarlo. A la siguiente noche llegó  como de costumbre, lúgubre, silencioso, en la oscuridad. Entonces lo enfrentó sin temor, y aprovechó para cobrarle la renta de los tres meses atrasados.

8.18.2010

criminales IV

“Puede ser que no sea mejor. Puede ser que la rutina a la que me acostumbré se haya apoderado. Puede ser que lo que soy ahora no es lo que quiero ser. Puede ser que ésta crisis se vuelva una rutina más. Estoy cansada. Da lo mismo. Puede ser que la vida misma me pese tanto por sí sola. Es paradójico pensar en el plomo. Es paradójico pero liberará un gran peso. Como antes, puede que sea una repetición; un bucle de algo pasado, lo sé..."

Se levantó y regresó a la cama. Sonrió y durmió tranquila. A la semana siguiente se sentía libre, jovial. Era viuda de nuevo.

6.27.2010

Inicio...

3:40 de la tarde, el colectivo se ha tardado diez minutos más que ayer; en la acera de enfrente corren unos niños, parece que juegan. Uno se ha caído (me río para mi mismo); la tibia brisa de verano golpea mi rostro y estoy menos tenso que de costumbre. Suena una bocina al fondo. El conductor me observa con cara de "¿te conozco?",y yo respondo con cara de "¡Claro!, viajo todas las tardes en el ómnibus de las 3:30". Pago mi pasaje y enseguida realizo la típica observación minuciosa de cada uno de los pasajeros que viajan de par en par en los asientos. Elijo el último, el de siempre y supongo que gracias a mi apariencia, no soy bien recibido por las personas que van ahí.
Empieza la marcha de nuevo; yo inicio con mi ritual diario, comienzo a enumerar las paradas y los detalles que las hacen tan especiales, tan protagonistas de mi historia.
En la primera: la tipa de vestido rojo, la misma que ayer vestía un juego de pantaloncillos de mezclilla y una camisa a medio aire de puntos negros como de cielo invertido; siempre lleva el mismo gesto, imagino su armario lleno de varios vestidos y trajes, lleno de carteras y sombreros, de accesorios y cinturones, pero no de rostros y gestos. No, de esos no tiene muchos, solamente uno, el que carga con tanta fatiga como si escupiera a su conciencia y la maldijese con los ojos volteados, porque no son normales, definitivamente sus ojos no son normales (me encuentro tarareando una canción; probablemente no la conozca. Mi parte correspondiente a Liszt brota sin avisar], y eso está bien...

6.16.2010

1972

Un tiro, dos personas, tres mil dólares sobre la mesa. Entre los dos brotaba el humo de un cigarrillo que estaba tan frío como el revólver que aún permanecía descansando en la gaveta del escritorio de la biblioteca. Hizo la propuesta y el otro aceptó como cualquier caballero y hombre de negocios lo haría; la mafia y la vida en los suburbios habían fabricado una especie de capa inmune al miedo, para ambos.
Luego de poner los puntos claros, William se levantó y se dirigió al escritorio, inmediatamente sacó a la que había sido verdugo de varios: de Joseph, de Bill (el de la casa rodante), Bárbara, de la Tipa del bar de la calle 22 y así de muchos otros; hizo un ademán y entre cerró los ojos como diciendo algo para sí mismo. Quitó el seguro del revólver y lo colocó junto al póquer de ases.
Al fondo del salón sonaba desde las entrañas de un tocadiscos Mack the Knife y le recordaba a su época de juventud de cuando amaba el Jazz; cuando admiraba a Sinatra y sus colegas; cuando se extasiaba con la melodía de la trompeta; cuando creía en el amor entre la música y el hombre; cuando escuchaba el disco de cuarenta y cinco revoluciones de Armstrong; cuando sentía que el sonido que brotaba del fonógrafo le hacía el amor a sus oídos y con el wisky hasta los huesos se perdía en su mundo hasta el día siguiente.
Con un pañuelo que sacó del bolsillo trasero frotó el arma y ambos se dispusieron  a hacer lo acordado. William tomó el revólver y lo llevó a su sien. Tiró del gatillo y un grito sin sonido acabó con la mirada de sus ojos. El plomo había atravesado el cerebro. Agonizó por tres minutos y se retorcía porque sabía que en ningún momento puso la bala en el cilindro.
El otro tomó el dinero y se fue a apostar al bar, mientras al fondo aún sonaba el solo de trombón interpretado por Hucko.

6.10.2010

Optimismo en el espejo

Es difícil mirar una vela desde arriba. ¿Imaginan ver una vela desde arriba? ¿Imaginan el crujido de la retina quemándose con el vapor de la llama?
Eso es lo que se siente cuando se está frente a la muerte. Como si una flotilla de ángeles negros rodeara al cuerpo que nos carga. El cuerpo que carga a éste 3% de "ectoplasma" conocido como "Alma". Sin embargo, los ángeles negros son solamente una proyección de la conciencia; no hay que creerse de eso, sino reflexionar: La conciencia es sucia, muy sucia.

4.10.2010

No se culpe a nadie II

No amigo, no se equivoque. Son coincidencias nada más. Él vomitaba conejos y los míos son topos cafés; Pero ¿sabe?, dentro de poco voy a salir, así que trataré de ser breve…
Resulta que sí, efectivamente me gusta; lo admiro pero son situaciones que  no se pueden explicar. Son cosas que se salen de las manos; como la vez del autobús, no podía hacer nada, me quede sin flores, ahí en medio de la nada y con la nada, probablemente usted por ahora no me entiende pero luego lo hará mi amigo, se lo aseguro; como le contaba, son coincidencias, mera casualidad, sino, pregúntele a la Bruja, sí se que es otro raro parecido pero no es mi culpa, a la Bruja me la encuentro muy a menudo, cuando voy de visita a Roma, claro está, perece como si un aura perseguidora rodea su cuerpo, donde sea me la encuentro, verá, la otra vez íbamos a la ópera cuando de pronto comenzó a lloviznar, y nos hubiésemos mojado de no haber sido por un paraguas medio muerto que había caído de arriba, del parque, pero no creo que sea desdoblamiento del paraguas, porque el de París, ese quedó olvidado ahí, el mío era otro, eso se lo aseguro, era otro paraguas.
Que sí me gusta el Bululú, oh sí mi amigo, lo bailamos todas las noches con mi amigo, el corresponsal del Clarín aquí en Luxemburgo, sin embargo, la vecina, que es fama hasta los huesos reniega y reniega, es muy fastidiosa, quizá porque se cree la crema y nata por su nivel social, y así lo es; pero como le decía, no son imitaciones ni nada, se lo puedo probar porque no me gustan la flores amarillas, sino los tulipanes, qué olor tan dulce…

3.25.2010

Nociones Nocturnas

Mientras la golondrina dormía, ambos también dormíamos. Era precioso como dormíamos sin dormir en realidad, pensando, sintiendo, mientras en el pecho había otra golondrina amarrada por la sangre, daba saltos, a ratos se quedaba quieta, a ratos se agitaba, era la golondrina que compartíamos. Era curioso como ambos lo sentíamos con la misma intensidad, ambos reaccionábamos igual, ambos despertábamos del letargo del insomnio, salvo la golondrina, la golondrina que dormía en la mesa, la que sabia que estábamos ahí porque fuimos lo último que vio antes de quedarse dormida, aun tenía  la sonrisa dibujada en el rostro, aun tenía restos del maquillaje de la noche anterior, a ambos nos encantaba ver como dormía sin perder la esperanza de que en algún momento veríamos a la golondrina que tenía enjaulada. Era raro ver a una golondrina con una golondrina dentro, y mas raro aún era que tenía la golondrina que nos faltaba a ambos, solo era cuestión de horas, solo tenía que pasar la noche, solo había que dormir, qué quietud la que habitaba en aquella golondrina, jamás vi una igual, ambos queríamos tenerla, acariciarla mientras palpitaba por sí sola, que hermosa golondrina, como duerme, que desdicha dormir y dejar de ver un momento a tal golondrina, y que bello imaginar la golondrina que ambos tendremos dentro ….
Sonrío, como aquella vez sonrío y recuerdo el letrero del bar que anunciaba el show de Golondrina y ambos éramos uno.

3.14.2010

Plutón en las entrañas

Sólo un sol. La espiga solar de la resurrección,
rueda gravante la ruina del ramal
y el amargo amanecer amortiguado...
Anula el ángel el anuncio anhelado
de la tierra temida, tomada por el tiempo;
hambre de hombre en hombros ajenos
y al viento, violentas vuelan vetustas vestes,
que caen cargando cuerpos culpables,
simulan soledades salpicadas de silencio,
y en la arena, gritos retozan serenos
entre manos mentirosas que en el muelle murmuran
(gestos de gitana gimiendo al azar),
y Tú extranjero, entre la arena guardas trino y pavura
que en la brillante blancura buscan bostezos
de viejos vasallos vacíos de verdades
(no navegues de nuevo, nunca la nada has de encontrar);
el pergamino prolonga tus pupilas al palpito de Plutón...
Yo seguiré muriendo mientras tanto.

            (Poema que vio la luz un cálido domingo de marzo
             en una reunión de AlterEgo, una latente promesa,
            versos de Alejandra, Abraham y un servidor.)

3.11.2010

Madrugadas..(acompañando a Aleisa)

Frente a la PC, la psicología trastornada de aquel sujeto lo acusaba de la astucia independiente que poseían sus manos, caminaban por el suelo cuadriculado,  los dedos, en una armonía superficial escuchada solo por sus dientes. El sujeto tenía en mente un nuevo plan, evadir cárceles y manicomios...
Borró la la PC, y escribió muertos.

3.10.2010

Mercenarios del tiempo,Minutos.

Entre el paisaje de afuera y la brisa de adentro había una gran distancia, Ella, sus ojos mojados, el frio cristal, la mancha de su aliento, una hoja cayendo; miles de kilómetros cabían en lo ancho del vidrio, Él, pañuelo en mano, sonrisa forzada, amaneceres rotos, ambos sabían lo que enfrentaban, el humo se esparcía por toda la estación mientras los dedos pegados a las manos se movían lentamente al compas del brazo diciendo adiós y el joven de afuera tocaba el cristal por entre las personas, el llanto empañaba la visión, la locomotora iniciaba su marcha y los kilómetros salían del grosor de la ventana, poco a poco se extendían en la llanura, quedaban inmóviles  como centinelas del tiempo, como guardias de la lejanía entre ambos.
Era invierno, la nieve trastocaba la quietud del viaje con una fúnebre música que se adivinaba con la mirada y renunciaba a toda ley sonora y se posaba en cuanto rostro podía, Ella, con el silencio en la cara, evocaba viejas tardes de viejos inviernos, el cristal, nuevamente empañado, saboreaba los recuerdos líquidos que salían de aquellos ojos negros, los mismos que alguna vez arroparon el horizonte desde una colina imitando a las manos que arropaban a otras. En algún lugar que alguna vez tuvo amarrado a su pecho quedaba la razón por la que tuvo que marcharse, por la que fue obligada a hacerlo, al otro extremo, el destino que le esperaba, un internado lleno de esperanzas, un esposo que aun no conocía, unos hijos que siempre deseó, una casa soñada desde siempre, un corazón vacío y la mirada puesta hacia atrás.
Él, sabía lo que pasaría, bastaba echar una mirada a las nubes y dejar que la nieve golpeara sus mejillas para observar con una convicción desesperante sus labios unidos por un azar inequívoco a otros labios lejanos, sensibles solo por el recuerdo. El tren que partía a las ocho dio la señal de salida, dos meses de retraso, vista perdida, barba de tres días, emoción y angustia reinaban en la apariencia siempre confusa de Él. Ocho treinta y dos, los recuerdos revivían cada vez mas, la voluntad y la fuerza eran las mismas de hacía dos meses, una premonición sonaba fuertemente en su cabeza, mas que premonición era revelación de lo sucedido. Tres horas desde que inició el viaje, dos estaciones en el camino, la nieve lo llamaba y en el primer puente, abrió la puerta y salto del vagón.
Ella esperaba, aún con sus cabellos intactos, en una pausa eterna y los ojos hacia donde el tren pasaba, esperaba, Él lo sabía, lo esperaba.

2.20.2010

Criminales III

Es realmente apasionante observar a una madre cuidando a sus hijos...
sobre todo cuando éstos ya partieron, verlas hincadas frente a la cruz de cemento, maldiciendo a los inventores del agua ardiente...
Es simplemente apasionante...
 Y mas lo hubiese sido, si esa cruz no fuese la mía.

2.15.2010

El conquistador bebible.

Una corcholata de "Coca-cola" fue el verdugo, la señora que vende frutas en la entrada de la escuela del pueblo la arrojó inocentemente, Gabrielito, que venía caminando muy contento por sus calificaciones de Matemáticas,  miró al suelo, recogió la corcholata y se le ocurrió la mejor idea de su vida...
Desde entonces todos los muchachos del pueblo dejaron sus estudios y se pusieron a beber "Coca-cola", todo para recoger tantas corcholatas posibles como para armar torneos de una especie de ajedrez callejero, comúnmente llamado "damas"...

2.12.2010

El Perseguido

Noche a noche lo perseguía, él, molesto, huía constantemente de sus acosos, se escondía bajo la sábana de lana, el sudor frío lo agobiaba, buscaba explicaciones, razones, temía...
En una ocasión apagó la luz de la habitación y dejó de ser perseguido.

Criminales II

Cuando entró a la habitación, Regina tenía los ojos cerrados, la mancha roja sobre la alfombra y las hojas de navaja sobre el buró la culpaban de lo inpensable...
Jerry que venía de lavarse las manos, tomó sus accesorios y salió del apartamento, satisfecho por su obra maestra.

Criminales I

Sucede que un hombre cae de una ventana, es de adivinarse la reacción en las personas que ven tal suceso, y de éste acontecimiento tan imprescindible surgen varias hipótesis acerca de la causa que llevó al hombre a caer tan precipitadamente desde el balcón del noveno piso del complejo de apartamentos del centro.
La primera hipótesis, más común para las personas que suelen lanzarse al vacío, no tan vacío después de llegar al suelo, es el cierto grado de frustración acumulada en la psicología del individuo suicida, ya que, es de considerarse como principal candidato a causa material de la caída el exceso de pensamientos inadecuados directamente ocasionados por mujeres, alcohol, maltrato infantil, etc., lo que viene a ocasionar de forma desfachatada y cínica la ruptura parcial de cráneo e inmediata fuga de masa gris.
Otra hipótesis, tomada en cuenta después de frecuentar a las informadoras de la cuadra, es el hecho de que el presunto homicida en primera persona haya adquirido ciertos enseres propios para el entretenimiento personal con ciertas compañías que prestan servicios a través de ciertos accesorios rectangulares y de plástico normalmente llamados “tarjetas de crédito”, y que a causa del corte de sueldo y de personal de la empresa para la que trabaja, las deudas le inundaron el bolsillo con cuentas a pagar y atorado el buzón con avisos de embargos, lo que deja al sujeto con el terreno o más bien el aire libre para decidir el futuro próximo y para que su familia cobre el seguro de vida y pague los créditos.
La tercera pero no menos convincente hipótesis que tenemos acerca del acontecimiento es la situación sentimental del hombre, ya que es muy sabido por todos que a cualquiera se le cruza por la mente lanzarse desde el noveno piso de un edificio sólo porque la persona amada se ha marchado y dejado por un tipo con un Porsche convertible, y teniendo los medios necesarios, multiplicando la altura por el impulso tomado y examinando la posición del cuerpo (boca abajo) no es de descartarse le idea de que el suicida estaba mal de amores.
Sin embargo, en la acera hay un tipo de smoking, con pala en mano que intenta recoger lo que queda de su amigo, le preguntan sí sabe algo, y rompiendo lo ya construido con las hipótesis asegura que solo se trató de un lápiz en el suelo cerca del balcón, con el que resbaló su amigo y salió volando del apartamento.
Por la caída, cúlpese a Newton por andar descubriendo gravedades y cosas raras.

2.09.2010

Recuento.

Poco tiene éste de haber nacido, y me promete mucho...
en realidad no se como soportará las raras ocurrencias de cierta persona...
De la cual no quiero hablar.
Pongamoslo así:
la pagina virtual, es soporte de todo...
12:30 am...
Sigo pensando, y si me dejan recordar, hace dos años empecé a escribir, hace dos años que me da vueltas la golondrina del pecho, y hace dos días lo inauguré...
hace un minuto que estoy escribiendo esto, hace dos segundos me di cuenta, hace un segundo pensé en terminar ya...
12:33 am...
buenas noches.

2.07.2010

Redención.

domingo...
preciosos los domingos...sobre todo hoy.
Vi a mi tío saliendo de la iglesia, se había confesado...
feliz porque ya traía la bolsa vacía,lista para llenarse de nuevo.

Para los que hablan mal...

muchas personas aseguran que estoy muy obsesionado con Julio Cortázar...
pero que les puedo decir?
Realmente nada...
Si me disculpan, voy a vomitar un conejito.

INSTRUCCIONES PARA ROMPER PAPELES EN FEBRERO*

Vamos a empezar por el principio, pero no como el típico “principio” de un texto cualquiera de un autor cualquiera, sino como un “principio” de otro texto cualquiera de otro autor cualquiera.

Centrémonos en las imágenes. Las imágenes que residen como por arte fotográfico en los papeles, específicamente en las letras que forman los papeles, los mismos que queremos romper porque, ¡qué innecesarios han de volverse los papeles! (risa). Entonces, primero deberemos sentarnos en un ángulo aproximado de noventa grados sobre una base sólida o con la resistencia suficiente como para soportar un cuerpo; respirar continuamente en intervalos de un segundo y cerrar la ventana del apartamento porque hace frío. A continuación habrá que tomar el papel con los dedos pulgar e índice de ambas manos, estos irán sobrepuestos sobre el dedo mayor respectivamente y en un orden de posición establecido, éstos irán sobre el anular y éstos sobre el meñique de cada mano. La reacción conseguida dependerá del contenido del papel: si es una carta vieja de un amor también viejo, se tendrá que auxiliar del recuerdo, para conseguir una causa para desatar el llanto, necesario para ocasionar una vorágine efímera, que hará caer en la cuenta que es superfluo guardar papeles (recomiéndase leer “Instrucciones para llorar”, un texto de un autor cualquiera, cuyo nombre no recuerdo). Si es una carta del hombre que apareció una tarde de abril, en el parque central de la ciudad, mientras caminaba y cortejaba a cuanta dama se le pasaba por delante (para el caso extremamente femenino, así que caballeros a callar con los prejuicios) y que luego con un abuso de confianza casi cataclísmico, después de tres semanas, intimó con la amiga íntima, habrá que estallar de coraje, lo cual requerirá de mucho esfuerzo, y será necesario calcular todas las dimensiones del espacio en que se está, contar y clasificar los objetos y colocar aquellos artículos inútiles a la mano porque serán meramente útiles para esta empresa. Habrá que tenerse un espejo extra y la audacia para levantarse de forma abrupta y empezar a lanzar los susodichos artículos por toda la habitación dentro del perímetro del espacio ya mencionado, haciéndolos chocar violentamente con los límites perpendiculares al suelo que suelen llamarse paredes, muros, “rompecabezas”, etc. El espejo extra deberá estar bajo la cama y se recomienda lanzar los objetos por encima de muebles, mesas de noches y camas para la debida prevención de accidentes posteriores, por tal razón el espejo extra estará seguro de daños o rupturas y podrá usarse como reemplazo luego del debido procedimiento, mientras el de la pared, a causa de los volátiles artículos innecesarios, estará dividido en pedazos de reflejos.

Si el papel está lleno de cosas inductivas, con fines pedagógicos, de enseñanza, con patrones o normas a seguir, y dadas las circunstancias en que nos pondrá la época, donde todos corren, compran, corren y regalan cosas, con amor o sin él, habrá que hacerse juicios sobre metodologías de enamoramiento y llegar a la sencilla pero razonable conclusión de que, un papel de esos (o de éstos) no es nada provechoso y que sólo sirve para quitar por lo menos un minuto cuarenta y cinco segundos del día y que no encaja ni concuerda con las exigencias del momento. Habrá que romperse con la misma naturalidad y frialdad con que sorbemos una taza de café un opaco día de san Valentín, sin pensar siquiera en los millones de papeles que van de un lado a otro.

*para los aficionados a romper papeles, que lean esto en un mes cualquiera (ej. Diciembre), recomiéndase esperar al mes estipulado para que surja mejor el efecto; pero si se está desesperado, recomiéndase buscar lo antes posible textos de Paulo Coelho y romperlos al gusto.