Cuando entró a la habitación, Regina tenía los ojos cerrados, la mancha roja sobre la alfombra y las hojas de navaja sobre el buró la culpaban de lo inpensable...Jerry que venía de lavarse las manos, tomó sus accesorios y salió del apartamento, satisfecho por su obra maestra.
Tienes un enorme talento en endulzar las apariciones de la muerte...
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